28 diciembre 2015

08 julio 2015

08 mayo 2015

ALGO PERSONAL


Algo personal (Joan Manuel Serrat)
Probablemente en su pueblo se les recordará
como a cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Y como quien en la cosa, nada tiene que perder.
Pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer
nos ponen la pistola en la cabeza.
Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños.
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo
que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.
(Pero eso sí, con qué destreza esos tahúres de postín
reparten juego con cartas marcadas:
nada por allá, nada por aquí, visto y no visto
 y nos la meten doblada.
Tienen más de un problema para cada solución,
sin que te enteres te roban los calzones
y luego te dicen que toca apretarse
el cinturón cuando en la bolsa caen sus acciones.
Hijos del demonio, no tienen otro dios
que la codicia y más rey que el mercado
ni otra enseña que la de curso legal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal

21 abril 2015

En esta tarde gris



Julio Sosa

Qué ganas de llorar
En esta tarde gris,
En su repiquetear
La lluvia habla de ti.
Remordimiento de saber
Que, por mi culpa, nunca,
Vida, nunca te veré.
Mis ojos al cerrar
Te ven igual que ayer,
Temblando al implorar
De nuevo mi querer.
Y hoy es tu voz que vuelve a mí,
En esta tarde gris.
Ven,
Triste me decías,
Que en esta soledad
No puede más el alma mía...
Ven,
Y, apiadate de mi dolor,
Que estoy cansada de buscarte,
Sufrir y esperarte
Y hablar siempre a solas
Con mi corazón.
Ven,
Pues te quiero tanto,
Que si no vienes hoy
Voy a quedar ahogada en llanto...
No,
No puede ser que viva así,
Con este amor clavado en mí
Como una maldición.
No supe comprender
Tu desesperación
Y alegre me alejé
En alas de otro amor.
Qué solo y triste me encontré
Cuando me vi tan lejos
Y mi engaño comprobé.
Mis ojos al cerrar
Te ven igual que ayer
Temblando al implorar
De nuevo mi querer
Y hoy es tu voz que sangra en mí
En esta tarde gris.
Ven,
Triste me decías,
Que en esta soledad
No puede más el alma mía...
Ven,
Y, apiadate de mi dolor,
Que estoy cansada de llorarte,
Sufrir y esperarte
Y hablar siempre a solas
Con mi corazón.
Ven,
Pues te quiero tanto,
Que si no vienes hoy
Voy a quedar ahogada en llanto...
No,
No puede ser que viva así,
Con este amor clavado en mí
Como una maldición.

Confesión, Canta Julio Sosa

    


Confesión

Enrique Santos Discépolo

Fue a conciencia pura
que perdí tu amor...
¡Nada más que por salvarte!
Hoy me odias
y yo feliz,
me arrincono pa' llorarte...
El recuerdo que tendrás de mí
será horroroso,
me verás siempre golpeándote
como un malvao...
¡Y si supieras, bien,
qué generoso
fue que pagase así
tu buen amor..!

¡Sol de mi vida!...
fui un fracasao
y en mi caída
busqué dejarte a un lao,
porque te quise
tanto...¡tanto!
que al rodar,
para salvarte
solo supe
hacerme odiar.
Hoy, después de un año
atroz, te vi pasar:
¡me mordí pa' no llamarte!...
Ibas linda como un sol...
¡Se paraban pa' mirarte!
Yo no sé si el que tiene así
se lo merece,
sólo sé que la miseria cruel
que te ofrecí,
me justifica
al verte hecha una reina
que vivirás mejor
lejos de mí..!

03 marzo 2015

Monserga


 
No me hables en princesa, que somos reos,
Los dos del mismo origen, barro y convoy,
Tu gesto de soberbia te queda feo
Que lo de ayer no es grupo, grupo es lo de hoy.
Ayer fue cosa limpia, sueño y laburo
Pelearse por la toalla, plato y fogón,
Ayer con su simpleza, fue bronce puro
Vos no quisiste verlo, peor para vos.
 
No soy el sonso que hace el Quijote,
Ni tengo pasta de redentor,
Ni me ha pasado por el marote
Que me dé calce, tu situación.
Esta monserga que te sacudo
La justifica tu proceder,
Yo no quería más que el saludo
De aquella piba que fuiste ayer.
 
Si hubieras puesto cara... de avergonzada
Cuando me relojeaste, me hacía el gil,
Pero el puñal soberbio, de tu mirada
Me hirió donde más hondo, se puede herir.
Andate y si el destino, nos utiliza
Para un apuntamento como el de hoy,
Quemame con la chispa, de una sonrisa
Pero seguí de largo, como hago yo.
 
Letra : Ernesto Cardenal
Música : Américo Viglione
 
Es tan magnífica esta letra que la quiero compartir con ustedes.

07 enero 2015

La tempranera...


Eras la tempranera,
niña primera, amanecida flor.
Suave rosa galana,
la más bonita tucumana.
Suave rosa galana,
la más bonita tucumana.

Frente de adolescente
gentil milagro de tu trigueña piel.
Negros ojos sinceros,
paloma tibia de Monteros.
Negros ojos sinceros,
paloma tibia de Monteros.

Al bailar esta zamba fue
que rendido, te amé.
Eras... mi tempranera,
de mis arrestos, prisionera.
Mía ya te sabía,
cuando por fin te coroné.

Eras la primavera
la pregonera del delicado amor.
Lloro amargamente,
aquel romance adolescente.
Lloro amargamente,
aquel romance adolescente.

Dura tristeza oscura
frágil amor que no supe retener.
Oye! Paloma mía,
esta tristísima elegía.
Oye! Paloma mía,
esta tristísima elegía.

Al bailar esta zamba fue
que rendido, te amé.
Eras... mi tempranera,
de mis arrestos, prisionera.
Ay! Mía ya te sabía,
cuando por fin... te coroné.