16 marzo 2011

A Jardín Florido



Calle 9 de Julio, esquina Rivera Indarte

corazón elegante de mi docta ciudad.

Donde late la vida al compás de los gritos,

de los trinos y los versos del cieguito cantor.

Con su paso altanero se acerca un viejecito

que guarda veinte abriles dentro del corazón.

Quién no lo conoce ahí va Jardín Florido

en el ojal prendido su infaltable clavel.

El piropo elegante que el caballero brinda

a la cordobesita que acaba de pasar

la niña se da vuelta y esboza una sonrisa

que es como una caricia para el galán de ley.

Pasaron muchos años y el centro de la Docta

lo vio todos los días sus calles caminar

y se fue marchitando el clavel de su pecho

que a la dama de negro no pudo galantear.

Galanterías finas, piropos respetuosos

quedaron en el aire del centro cordobés

un clavelito blanco se fue rumbo al olvido

murió Jardín Florido,

caballero de ley.

03 marzo 2011

Pequeña...




Donde el río se queda y la luna se va

donde nadie ha llegado ni puede llegar,

donde juegan conmigo los versos en flor

tengo un nido de plumas y un canto de amor.

Tú, que tienes los ojos mojados de luz

y empapadas las manos de tanta inquietud,

con las alas de tu fantasía

me has vuelto a los días de mi juventud...

Pequeña...

te digo pequeña,

te llamo pequeña

con toda mi voz.

Mi sueño que tanto te sueña

te espera, pequeña, con esta canción.

La luna,¡qué sabe la luna

la dulce fortuna de amar como yo!

Mi sueño que tanto te sueña

te espera, pequeña de mi corazón.

Hace mucho que espero, y hará mucho más,

porque tanto te quiero que habrás de llegar,

no es posible que tenga la luna y la flor

y no tenga conmigo tus besos de amor.

Donde el río se queda y la luna se va

donde nadie ha llegado ni puede llegar

con las alas de tu fantasía

serás la alegría de mi soledad.

.

Letra: Homero Expósito

Musica: Osmar Maderna