Por una cabeza de un noble potrillo
que justo en la raya afloja al llegar,
y que al regresar parece decir:
No olvidés, hermano, vos sabés, no hay que jugar.
Por una cabeza, metejón de un día
de aquella coqueta y burlona mujer,
que al jurar sonriendo el amor que está mintiendo,
quema en una hoguera todo mi querer.
Por una cabeza, todas las locuras.
Su boca que besa, borra la tristeza, calma la amargura.
Por una cabeza, si ella me olvida
qué importa perderme mil veces la vida, para qué vivir.
Cuántos desengaños, por una cabeza.
Yo jugué mil veces, no vuelvo a insistir.
Pero si un mirar me hiere al pasar,
sus labios de fuego otra vez quiero besar.
Basta de carreras, se acabó la timba.
¡Un final reñido ya no vuelvo a ver!
Pero si algún pingo llega a ser fija el domingo,
yo me juego entero. ¡Qué le voy a hacer..!
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Letra: Alfredo Le Pera
Música: Carlos Gardel
3 comentarios:
Precioso tango. Pueden cantarlo igual, incluso mejor, pero nunca conseguirán interpretar cantando como él lo hizo: Gardel.
Cuando estuve en la Argnetina, en la provincia de Córdoba, monté pingos por la serranía, en verano, mirando la cruz del sur.A quien no lo haya visto y vivido, se lo aconsejo: Verano en la sierra de Córdoba bajo las estrellas.
¡Qué bien haber escuchado este tango!, es hermoso. Sigues sorprendiéndonos con tus ritmos, con tus canciones, con tu vocación amorosa...
Ula:
Gracias!, y gracias por tus palabras, las de quien observó una noche cordobesa.
Cariños
Amigo de siempre:
Me encanta que te haya gustado y los hayas disfrutado!
Un abrazo
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