26 noviembre 2005

CAFETÍN DE BUENOS AIRES

De chiquilin te miraba de afuera,
como a esas cosas que nunca se alcanzan.
La ñata* contra el vidrio,
en un azul de frío,
que sólo fue después, viviendo igual al mío
Como una escuela de todas las cosas,
ya de muchacho me diste, entre asombros,
el cigarrillo, la fé en mis sueños,
y una esperanza de amor...
Cómo olvidarte en esta queja,
cafetín de Buenos Aires,
si sos lo único en la vida ,
que se pareció a mi "vieja"
En tu mezcla milagrosa,
de sabiondos, y suicidas,
yo aprendí: filosofía, dados, timba...
y la poesía cruel de no pensar mas en mí
Me diste en oro, un puñado de amigos,
que son los mismos que alientan mis horas:
José , el de la quiniela,
Marcial, que aún cree y espera
y el flaco Abel que se nos fue,
pero aún me guía
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño,
nací a las penas,
bebí mis años...
y me entregue sin luchar.

Tango melódico

*ñata: nariz

3 comentarios:

simalme dijo...

He oido que en Buenos Aires hay un café con ambiente parecido al que sale aqui, el Giralda. La Giralda es una torre de los musulmanes del siglo XIII. Está en mi ciudad, Sevilla.

Rodolfo N dijo...

Buenos Aires tiene muchos de estos "cafetines", y de allí salio buen parte de la poesía delos tangos.Saludos

Anónimo dijo...

José no era "el de la quiniela" era "EL DE LA QUIMERA"; o sea, tenía sueños inalcanzables pero no era timbero...