25 noviembre 2005

MARÍA

Que vieja y cansada imágen me devuelve el espejo
ah! si pudiera verte...
Sólo aquí, en la la gris penumbra de mi pieza,
de éste cuarto nuestro, que parece tan grande,
desde que faltas tu...
Sabe Dios porque senderos de infortunio,
pasearas tu tristeza...
Y yo, sólo, con tu adios golpeándome el alma,
mientras la madrugada febril de mi deseperanza,
me trae el eco alucinado de tu paso pequeño,
que te aleja, y la música dulce de tus palabras,
que se van adelgazando hasta el silencio...
Acaso te llamaran, simplemente María,
no se si eras el eco de una vieja canción,
Pero hace mucho, mucho, fuiste hondamente mía,
sobre un paisaje triste desmayado de amor.
Un otoño te trajo, mojando de agonía
tu sombrerito pobre y el tapado marrón.
Si eras como la calle de la melancolía,
que llovía, llovía sobre mi corazón.
María, en las sombras de mi pieza,
es tu paso el que regresa...
María, y es tu voz , pequeña y triste,
la del día que dijiste, ya no hay nada entre los dos.
María, la mas mía la lejana,
si volviera otra mañana,
por las calles del adios...
Tus ojos eran puertos, que guardaban ausentes,
horizontes de sombras y un pasado de sol,
pero tus manos buenas, regresaron presentes,
para curar mi fiebre desteñida de amor.
Un otoño te fuiste, tu nombre era María,
y nunca supe nada de tu rumbo infelíz
Si eras como la calle de la melancolía
que llovía, llovía, sobre la tarde gris.
María, en las sombras de mi pieza,
es tu paso el que regresa.
Maria , y es tu voz pequeña y triste,
la del día que dijiste, ya no hay nada entre los dos.
María, la mas mía, la lejana,
si volviera otra mañana ,
por las calles del adios...
.
Tango melódico

1 comentario:

simalme dijo...

Se conocieron un otoño melancólico y se despidieron otro otoño triste. Pasean por caminos infelices y se pertenecen más en la distancia. Qué desesperanzado todo, y qué bello.